Si hubo algún momento transcendental para La Reconquista del territorio patrio y la expulsión del invasor musulmán, uno de ellos fue sin duda la batalla disputada cerca de Santa Elena, provincia de Jaén, y conocida como la batalla de las Navas de Tolosa. Algunos de los elementos del botín conquistado, como las cadenas del sultán, figuran en el escudo de Navarra.
En la batalla participaron los templarios españoles, franqueando con su sangre y su vida el paso de las tropas cristianas. Entre ellos, murió en combate el Prior de Castilla, Gómez Ramirez.
Presididos por el Comendador de Andalucía, Ceuta y Melilla, a los actos acudió una delegación de la Orden del Temple. En estos actos conmemorativos, al Temple le cupo el honor, por decisión de la Casa de las Órdenes, de ser custodios de la Cruz en la Oración por los Caídos y de descubrir, junto con el Sr. Alcalde, la placa conmemorativa de los 800 años de la bula de Inocencio III, por la que comenzó la tradición de considerar al Santo Reino de Jaén como la Pequeña Jerusalén.