Fuimos invitados por la Cofradía de los Dolores y del Cristo del Gran Poder que tiene su sede en esa población. Los dos pasos recorrieron las calles de la localidad y la asistencia fue masiva. Nos acompañó la banda de música de la Cofradía. Al final de la procesión fuimos invitados a un pequeño refrigerio que nos permitió confraternizar con los miembros de la Cofradía y los costaleros.
Muchas fueron las preguntas sobre el Temple, su implantación e historia. La Cofradía nos solicitó nuestra presencia para el próximo año.