Presidió la celebraciónel Cardenal Osoro junto al Nuncio de su Santidad en España.
El Alcalde de Madrid hizo el voto de la ciudad a Nuestra Señora, como viene siendo tradicional desde 1.646. Pidió expresamente para los madrileños "la
gracia de vivir en paz, en tolerancia y en concordia". Y rogó a la Patrona "que difundáis en todos los corazones, especialmente en los de quienes tenemos
responsabilidades públicas, el sincero deseo y la valentía de velar siempre por el bien común".
Asistieron la practica totalidad de las Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis, con sus estandartes. Estaban presentes las cuatro órdenes militares españolas y, por primera vez, fue invitada la Orden Soberana Militar del Templo de Jerusalén, representada por el Comendador de Madrid, el Viceprior y un grupo de Freires de la Orden.
Acabada la misa, los Templarios acompañaron a la imagen de Nuestra Señora la Real de la Almudena por las calles de Madrid, en las que se había congregado
muchísima más gente de lo habitual para presenciar con admiración y respeto el paso de la procesión.