Se han cumplido 250 años desde que el rey Carlos III ordenó el traslado del cuerpo incorrupto de San Isidro Labrador, desde la iglesia de San Andrés a la Real Colegiata de San Isidro, en Madrid. También las reliquias de su esposa Santa María de la Cabeza – primer matrimonio declarado santo por la Iglesia católica – fueron trasladadas en aquel momento desde la Casa de la Villa a la Real Colegiata. Ahí reposan y son venerados juntamente desde ese lejano 1.769. Con motivo de este 250 aniversario, la Real, Muy Ilustre y Primitiva Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid organizó este 3 de febrero una procesión por el mismo recorrido por el que, en su momento, transcurrió el traslado del cuerpo del santo.
Seguida por numeroso público a lo largo del trayecto, la procesión estaba encabezada por el estandarte de la Congregación, al que acompañaba una representación de la Encomienda de Madrid de la Orden del Temple. La Real Congregación invitó gentilmente a los Templarios a acompañarlos en este acto y en la solemne Eucaristía celebrada posteriormente en la Real Colegiata de San Isidro. El Temple les agradeció muy sinceramente el alto honor de esta gentil invitación, participando en ella con contenida emoción, ya que, según una leyenda, Santa María de la Cabeza pudo trabajar para la ermita del Temple en Torrelaguna.